Demos un vistazo

Me sentí muy emocionada, cómoda y sobre todo consiente de todo el proceso que se iba abriendo.

En la meditación apareció mi compa perruna ya trascendida. La primera emoción fue angustia y miedo eso fue mutando y aun que quería racionalizar ese encuentro, sentía en lo profundo su gran sostén, el no juicio. La pausa, el silencio y la escucha a corazón abierto son las palabras y los sentires que quedan atravesadas en mi cuerpo hoy.

Es la convicción de que si hay una manada (humana y animal)  esperando por nosotros para compartir la comunicación animal !!! 

Conecté con mi perra Blanca que esta en el cielo de los perros, al comenzar solo entregue mi alma y deje q viniera quien quisiera y cuando la vi a ella sentí tanta emoción, mi corazón se lleno de amor. 

Ella estaba tan feliz, por eso digo q estaba en el cielo de los perros, estaba feliz, plena, movía su colita sin parar y me miraba como diciendo - hola ma! Estoy bien! Me gusta estar acá.

que solo vino a saludarme y a decirme q esta bien, q no me preocupe q ella es feliz. Fue hermoso. Entendí que ellos viven el momento, ahora esta ahí y esta feliz, soy yo la que sigue apegada a ella y quisiera que vuelva. Es tan sabio el corazón animal, cuanto que aprender de ellos.  Gracias eternamente. 

Fue hermosa la experiencia y la conexión que hubo en el grupo!! Gracias por generarlo!!! 

Me sentí muy cómoda, acompañada, con libertad de expresar lo que sentí porque no había juicios y todo estaba bien...eso me permitió sentirme en un nicho seguro, repleto de amor y respeto.

El taller me hizo reflexionar sobre lo que somos, sobre nuestra esencia animal, que ese amor incondicional y puro existe dentro nuestro y podemos creer en él. Fue muy movilizador y motivador para seguir por este hermoso camino y ayudar a expandirlo.

Sentí que conecté de corazón a corazón con Cuba y me mostró que el amor es mutuo.

Aprendí a confiar en mí, en nuestra capacidad de conectar porque somos naturaleza, somos parte del todo, somos uno. Tenemos mucho amor para dar y creer en él nos hace fuertes.

En principio estaba muy emocionada y nerviosa, pero a medida que transcurrió, eso fue decantando, pude relajar y anclarme en lo que estaba sucediendo (cosa que no me sucede a menudo en meditaciones).Lograr ese estado de estar presente y enraizada fue mi mayor desafío.

Siento que volver a conectar con nuestra parte animal es volver a casa... es volver a nuestra naturaleza, a lo que siempre hemos sido pero hemos olvidado.

Puedo decir que en una de las meditaciones sentí la presencia de mi compañera gatita pelusa y también la energía de los caballos. Ambos me transmitieron sensación de paz y libertad.

Del taller me llevo un combo de herramientas super valiosas para empezar a recorrer este camino de amor, pero lo mas importante tiene que ver con la presencia y la apertura del corazón y de todos los sentidos. Creo que de ahí nacen todas las demás posibilidades.

Gracias por la contención, la comprensión y las ganas de compartir este sendero de amor y reconocimiento a nuestros incondicionales peludos.